14.1.08

16

El bosque… Oscuro, siniestro, húmedo, desolado. Algo tan desagradable que a cada paso que daba se juraba a sí mismo no volver a pisarlo, ni ese ni ningún otro.

El aleteo de un pájaro entre las ramas más altas hizo que se disparase su mal humor, y decidió guardar la daga con la que cortaba las ramas que le cortaban el paso para, directamente, llevar a cabo el mismo proceso con la cimitarra.

-Malditas plantas, malditos hierbajos de mierda… Lo único que hacen es joder y molestar y… ¡Joder! –Igrin se miró una mano, marcada por un profundo corte.- ¡Esa planta tenía espinas!

Cortó el arbusto sin miramientos y siguió avanzando, lamiendo su herida de cuando en cuando al notar que picaba, o que la sangre que había salido era ya mucha.

Y siguió avanzando.

Chaz, chaz, chaz.

Un corte vertical, otro en diagonal, empujar algo para pasar.

Chaz, chaz, chaz.

De pronto sintió que sus botas se hundían un poco en el suelo, y al mover un poco los pies comprobó que también resbalaba.

-Lo que me faltaba… Esto está lleno de fango.

Bufó, y siguió avanzando, lentamente y con cuidado, lamiendo su mano herida, cortando los matorrales que le bloqueaban el paso.

Chaz, chaz, chaz.

Flop, flop, flop.

Oyó un pájaro graznar desde lejos. El bosque ya lo estaba poniendo de los nervios.

Chaz, chaz, chaz.

Flop, flop…

-¡Quieto!

Clash.

Igrin detuvo la espada casi por instinto, apenas procesando la voz que le había hablado unos segundos después, cuando ya estaba forcejeando para no caer al suelo. Su oponente, por el contrario, se veía muy firme desde su… ¿¡Árbol!?

-¿Pero qué coño es eso? –Espetó el semibestia, sorprendido.

-Las personas como yo tenemos esta habilidad. ¿Algún problema?

Igrin se tomó unos segundos hasta que sus ojos se acostumbraron al cambio de luminosidad. Su oponente, para su nula sorpresa, era una mujer, y una muy bella, cabe añadir.

-¿Qué se supone que estás haciendo? –Al fin Igrin logró empujarla hacia atrás con la cimitarra, pero la mujer se desvaneció en el tronco del árbol.

-Eliminar a los intrusos que dañan el bosque. –La fina hoja de la espada de ella rasgó sin dificultad su camisa y rajó su espalda.

Igrin se dio la vuelta para enfrentarla, pero nuevamente ella no estaba.

-¿Cómo has hecho eso? ¿Qué coño eres tú, un espíritu?

-Pensaba que un animal como tú sería más sensible a mi poder, pero veo que no. –El golpe vino de arriba, pero Igrin lo paró y la mujer cayó de pie, en el suelo.- Soy una druida, joven aether.

-Joder… Ahora entiendo porqué ella me decía siempre que me alejara de los bosques. Entre la mierda deprimente que son y que haya gente como tú, son lugares insufribles.

-¿Ah, sí? ¿Llevas dos días aquí y ya tienes esa opinión?

-Lo único que cuento son las horas que me faltan para salir de aquí.

-Mínimo un día entero, pero eso si tuvieras permiso para salir de aquí. Ahora lo has perdido.

Ella arremetió de nuevo. Igrin intentaba esquivar sus estocadas, pero éstas eran tan rápidas y su espada tan afilada que aún el más leve contacto producía cortes en su ropa y su piel. Lástima por la ropa que le dieran Mithrael y Erie, pensó.

La druidesa lo estaba empujando, obligándolo a retroceder y sin darle posibilidad de replicar al protegerse en los troncos de los árboles. Y en un momento de descuido, para su horror, Igrin resbaló en el fango y cayó de espaldas al suelo. Interpuso su cimitarra en el último momento para impedir que le atravesaran la garganta, pero ella no cedió.

-Vas a morir –le dijo la druidesa, mostrando su cuerpo entero por segunda vez.- Tienes que pagar por lo que has hecho.

-¿Y se puede saber el qué?

-Has matado, has destruido.

-Pensaba que los druidas no podían matar.

-En este caso, sí.

-¡Vamos! ¿Qué les importa a unos marginados amantes de las plantas lo que pase fuera de su bosque?

-¿Y quién ha dicho que yo hable de fuera del bosque? –La mujer puso un semblante frío, serio.- A cada paso que dabas matabas a un habitante del bosque, seres inocentes que solo vivían…

-No me jodas que… ¡Increíble! –Igrin se echó a reír, aflojando el agarre que ejercía sobre su cimitarra.

La druidesa aprovechó el momento. Empujó su espada hacia su cuello dispuesta a degollarlo. Sin embargo, Igrin reaccionó más rápido de lo que ella esperaba, y apartándola sin demasiada dificultad con una maniobra rápida, la hirió sacando la daga que llevaba colgando del cinturón, cambiando los papeles en cuestión de segundos.

-Te tengo, murmuró sin apartar la daga de su cuello.

-No, querido. –La druidesa sonrió.- Yo te tengo a ti.

Un repentino olor a flores, a frutas del bosque, a savia, a incienso. Su mente quedó momentáneamente embotada mientras sentía que la libido se le disparaba. Parpadeó varias veces antes de volver a fijar la vista en su contrincante, en su piel pálida, sus ojos verde esmeralda, sus labios rojos y carnosos, tan apetecibles, tan jugosos...

La besó sin remedio, repentinamente deseoso de acostarse con ella.

*******************************************

Empieza la segunda temporada. Si alguien se hace una idea de quién es esta mujer y se pregunta qué rayos hace aquí contestaré: es mi personaje, hago con ella lo que me da la gana. De todos modos, Igrin sabrá pronunciar su nombre. Es un chico versado en lenguas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo se quien es =D

Por un momento, pensé "No, no puede ser ella" pero después de ver que decía que era una druida dije "Vale, es ella... -_-U". Bueno, a ver qué pasa.

Y muy buena la frase de "Es mi personaje y hago lo que me da la gana", bravo, estoy de acuerdo u.u

Anónimo dijo...

Fantastico, yo no conosco todos tus personajes, pero no se pk me suena la druida, creo que es solo mi imaginacion...
En fin, ah sido un buen comienzo y nos prepara para algo genial ^^.

Anónimo dijo...

¡¡¡Wiii....!!!

Vale, guay, siempre empiezo así, lo sé, pero es que siempre tengo lo mismo que decir, aunque hoy introduciré algunos cambios:

a)por favor, que alguien enseñe a Igrin a hablar correctamente, y, a ser posible, le compre algun muñequito para que no hableolo, que de verdad no es nada saludable.

b)Me gustan las onomatopeyas...wiii...chaf, árbol fuera...wiii....

c)Mitie, aunque no te lo creas, no harás lo que quieras con el personaje, como se ponga cabezota, nada, tendrás que hacerle caso. Te lo digo por experiencia, ya sabes como se pusieron Atenea y David...

Y...retornando a las repeticiones, el típico está genial y sigue pronto (pronto quiere decir en menos de una hora, a ser posible).

Espero sinceramente que no tuviera que saber quien era el personajillo este...porque si es asi no lo recuerdo.

Bueno, besos.