30.3.08

27

-Así que así convenciste a mi hermano…

-Sí. Un buen trato, ¿cierto?

-Supongo que a vosotros os hará gracia.

-¿Es que a ti no te gusta ir acompañada de todo un galán como yo?

-No es eso, es que… ¡Pero no te pienses cosas raras!

-¿Qué puedo pensar si te veo con la cara teñida de rojo?

-¿Y yo qué sé? ¡Lo que sea que se le ocurra a un pervertido como tú!

-Ryava…

-Lo siento.

Esa mirada. Esa mirada de ojos rojos, tan fría, tan serena, tan… vacía. Esa mirada era lo que Ryava no era capaz de soportar. Era esa mirada la que la hacía sonrojas cuando miraba a Igrin, y a la vez desear huir de allí.

-¿Cuándo se supone que vendrán?

-De un momento a otro… Vamos, se supone que llegarían hoy por la mañana y hay que llevarlos hasta la casa, nada más que eso.

-Ya veo. ¿Hay mujeres en ese grupo?

-¿Qué?

-Contesta.

-Pues… Sí, creo que su prima y la madre de ésta… Es decir, su tía y su prima.

-Bien. –Igrin descruzó los brazos y dio media vuelta.- Vuelvo en un rato.

-¿¡Qué!? –Ryava lo miró perpleja.- ¡No puedes irte y dejarme aquí sola! ¡Igrin!

El hombre se alejaba.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

La mujer sonrió. La joven, detrás de ésta, bajó la cabeza para ocultar su creciente sonrojo.

-Espero volver a verla, mi dulce dama. Señora…

-Qué joven tan educado. Ha sido un gusto conocerlo.

Ambas entraron en la casa con las flores en las manos. Igrin sonreía de una manera indescriptible, al menos para Ryava. La otra mujer los miraba divertida.

-No sé de dónde lo has sacado, Ryava, pero definitivamente es un buen partido. ¡No lo dejes escapar!

-¿Qué? –La pelirroja se escandalizó.- ¡Pero si yo no tengo nada que ver con este loco! ¡Ni quiero!

-Vamos, ricura. –Igrin la abrazó por la cintura. Ryava se sonrojó.- ¿Siempre vas a ser así de dura conmigo? –Se giró hacia la otra mujer.- ¿Ve lo mala que es esta chica? Con lo que la quiero yo…

-Siempre ha sido así, chico, que no te extrañe. ¡Pero no la dejes escapar tampoco, que ella también es una buena pieza!

Igrin sonrió y soltó a Ryava un momento, que se acercó a la mujer para recibir su paga por hacer de guía y cargar equipajes.

-Esto es lo que te prometí, y esto es por haberles hecho un regalo… Realmente, con lo antipática que es mi tía, que haya llegado así de contenta es algo de agradecer, verdaderamente. Muchas gracias, muchachos.

-No ha sido nada, siempre para servir.

-Todo por las bellas mujeres de esta ciudad.

-¡Ryava, Ryava! ¡No lo dejes ser tan vivaracho que se te escapa!

La mujer entró a su casa entre risas estruendosas. Ryava se giró hacia Igrin completamente sonrojada, con una pequeña bolsa con dinero en una mano y una con verduras en la otra. A pesar del rubor, su expresión no era nada amigable. Igrin sonreía de forma burlona.

-¿Cómo has podido dejarla creer eso?

-¿Y por qué no?

-¡Porque te irás del pueblo mañana o pasado y seré el hazmerreír! ¡Por eso!

-Pero es que cuando yo digo algo lo cumplo, ¿entiendes? –Ryava se echó hacia atrás. Igrin aún sonreía.- Si digo que no voy a dejar que te me escapes es que no voy a dejar que te me escapes.

-Y – Ya… Sí, claro. Mejor vamos a casa a dejar esto, aún quedan cosas por hacer.

Empezaron a caminar. A los diez pasos Ryava se detuvo, pero Igrin siguió de largo sin preocuparse por ella.

-Igrin…

-¿No te lo dije? Vaya, qué memoria la mía…

-¿Pero no acabas de decir…? Bueno, eso…

-Lo que yo digo solo se aplica para mí, Ryava. Si yo a ti no te intereso, tendré que servirme por otra parte, ¿entiendes? –Igrin sonreía abiertamente.- De todos modos estoy dispuesto a escucharte si tienes algo que decirme.

-Claro…

Igrin alcanzó a la prostituta que lo esperaba al final de la calle y se alejó con ella hacia un único destino posible. El semibestia pudo sentir, a cada paso que daba alejándose de Ryava, cómo está lo miraba con una mezcla de rabia, pena y frustración. Y él solo disfrutaba por dentro.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

*Prepara una escoba y mira a Igrin de forma amenazadora*

¡¿Cómo se atreve el muy pedazo de ******* a hacer algo así?! ¡¿Ya estamos volviendo a las andadas?! ¡Será ******! ¡Y encima dejando que la pobre Ryava se haga ilusiones para luego largarse por ahí con otra!

¡Grandisimo ******, **********...!

Aaaagh...¡quiero pegarle quiero pegarleeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee! ¡Mit, traémelo para acá!

Emmm....vale, sí, ya lo dejo ^^U. Pues eso, que Igrin es un ******.

Sigue prontooooo.

Besos.

Mital dijo...

Jajajajajaja. Igrin aún está en... eh... préstamo. Y Ludovico sigue conmigo. ¿No quieres, mejor, que te preste a Lu?

Ah... El cap tiene el resultado que esperaba ^_^

Anónimo dijo...
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