Darle vueltas a las cosas era contraproducente. Darse vueltas en el suelo no era producente en absoluto.

Igrin oyó a Roalk y Yoiko acercarse bastante antes de que llegaran. Notó el olor a sudor, a sangre y a humedad. Notó el olor de la carne de caza y del pescado, y de pronto se le hizo la boca agua.

-Mierda.

Se levantó de un salto. Sus “anfitriones” llegaron unos segundos después.

-¿Hay hambre, eh?

-¿A qué viene esa pregunta, imbécil?

-No tienes que responder. Se te nota en la cara.

Igrin suspiró. Roalk rió ligeramente, y luego se agachó para acomodar las presas sobre el fuego mágico que acababa de encender.

-Ostias. ¿Tú cocinas?

-Aprendí hace un tiempo.

-Cierto. Cuando la conocí, recuerdo que no sabía limpiar ni un plato.

-¡Yoiko!

-Lo siento, lo siento.

-Pues menuda inútil, ¿no? Así nunca encontrará marido ni alguien que la emplee.

-¿Y por qué tendría que trabajar para alguien? ¿Y por qué tendría que casarme? ¡Me basto muy bien yo sola!

-Acabas de tocar un tema delicado, cachorrito…

-¡Lo que hago para ganarme la vida está bien! ¡Con ello me basta y me sobra, y no molesto a nadie, y ayudo a mucha gente! ¡Tengo que aprovechar mi juventud!

-A la larga te va a sobrar juventud, Roalk.

-¡La juventud nunca sobra! El tiempo pasa muy rápidamente, sin darnos cuenta, y antes de que quieras pensarlo estás afrontando las pruebas para la escuela de magia de Aks’aether y…

-¡Cállate ya, por favor! Joder con la pesada esta, menuda ha salido. Y eso que parecías buena cuando te compraron.

-¡Oye!

-Ya vale, cachorrito. No querrás una charla de horas y horas en la que describa sus libertades, derechos, opiniones, y los argumente…

-Su puta madre…

-Tú no estás preparado para eso.

Roalk guardó silencio, mirando a Yoiko de reojo. El lobo guardaba también silencio, esperando respuesta de Igrin. El semibestia, finalmente, miró a Roalk antes de hablar.

-Dímelo todo. Ya.

Ambiente tenso, miradas intercambiadas. Carraspeos.

-¿Y cómo reaccionarás si te lo digo?

-No tengo ni puta idea.

-Y exactamente, ¿qué quieres que te cuente ahora?

-Dime nombres, lugares.

-Ya te dije un lugar: Ryu. Te dije que peleaste contra todos, que estuviste a punto de matarnos, pero que al final alguien te dio el golpe de gracia.

-¿¡Quién!?

-Alguien que apreciabas.

-¿Y por qué os perseguía? ¿Por qué peleamos entonces?

-¿No te lo dije ya? Tu rey de lo ordenó, y él la servía a ella.

-¿Y quién era ese rey?

El lobo y la luchadora se miraron.

-¿Es que no sabes nada del lugar en el que vivías, trabajabas, servías, matabas…?

-¿Siempre fui un asesino?

-¡No lo sabemos! ¿Es que aún no lo entiendes?

-¿Y qué tengo que entender? ¡Maldita sea! ¿¡Las únicas personas que saben algo de mi vida anterior son las que menos me conocen!? ¿Y de qué mierdas me sirve eso? ¿Por qué no mataros ahora, si a fin de cuentas…?

-Zemath Saiyu –lo interrumpió Yoiko.

-…La señora Mitsedraefel… la señora Mitsedraefel… la invocadora que se intentó llevar al demonio…

-Erie…

-Y-yo… Estuve en su casa… y no la reconocí…

-Es cierto, ella pudo habértelo dicho todo…

-¿De verdad crees que lo hubiera hecho?

-La señora… La señora…

-¿Igrin? ¿Estás bien?

-Fui su guardaespaldas la primera vez que estuvo en Ryu… No la reconocí… ¡La dama Mitsedraefel sabe quién soy!

-Esto es malo.

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Si tengo que ser sincera, debo confesar que había olvidado poner el capítulo... Estaba demasiado entretenida leyendo Leyendas de los Otori y jugando Final Fantasy. Oh, well, ya no importa.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Mittie, tienes que empezar a dejar claro quién habla en cada momento...Me he perdido no menos de tres o cuatro veces en las conversaciones...

Buh...Igrin recuerda cositas...Con lo malo cruel estúpido y feo que es, debería castigarle con no recordarlas...aunque por otro laod también ha pasado de las suyas...y se las ha hecho pasar a otros tres mil veces peor...que se aguante...lalala

Bueno, eso, que me pierden un poquillo las conversaciones, pero que está bien...ahora llegará el mometno guay en que le dirán las cositas y Igrin caerá en un ataque de estos suyos estúpidos y se largará, y nos libraremos de él...

no caerá esa breba...aiss...u.u Bueno, que sigas prontooo.

Besos.