-Cuanto antes te vayas, mejor.
-¿Qué?
-Así no tendrás que encontrarte con él y no correrás peligro.
-¿Qué?
-Pero tendrás que ir a verlos a ellos, aunque no creo que te tome mucho tiempo llegar hasta allí.
-¿Cómo?
-Eso sí: nunca bajes la guardia y, si notas una presencia, escóndete.
-¿De qué vas, chucho marica? ¡Yo no soy un cobarde que se esconde por cualquier mierda!
-Si quieres sobrevivirle a él, sí.
-¿Y quién es él?
-¿Tú quién crees? ¡Kieth!
-¿El prometido de la dama Mitsedraefel?
-Si sentara cabeza de una vez podrías llamarla “dama”, pero… ¡Ah! ¡Mierda! ¡Estúpida Erie!
-¿Qué?
-No le hagas caso. Estas cosas la ponen nerviosa.
Igrin sacudió la cabeza, aún confuso.
Cuando al fin había recuperado el control de sí mismo se había dado cuenta de que Roalk estaba llenando de cosas su bolsa de viaje, y no dejaba de murmurar otras sobre que debía marcharse. Cuando al fin había podido sacar algo en claro otra duda había surgido en su cabeza, pero el constante parloteo de la chica le impedía formular su pregunta.
-Tienes suerte –dijo entonces Yoiko.- Si te ve de lejos, el camuflaje mágico te salvará. Pero si se acerca a ti y nota el más mínimo rastro de energía de Erie…
-¿Y por qué debería tenerlo? Si el mocoso Alem no lo notó… Un momento, ¿el camuflaje mágico? ¿Tú también puedes usar magia?
-La verdad es que…
-Te contestaremos a eso si tú nos dices, primero, cuándo viste a Alem y en qué circunstancias –intervino Roalk.- ¿Fue él quien te lo puso?
-Sí. Me encontré con él hace ya un par de semanas. Me ayudó en… algo. Hablamos un poco de la dama Mitsedraefel y cuando nos despedimos me dio el camuflaje como protección.
-¿Le dijiste dónde estaba Erie?
-Sí.
-¡No!
-Me da igual. ¿De qué va eso del camuflaje? Alem dijo que a otros magos no afectaría, que no lo percibirían y me verían tal cual soy… ¿Pero se nota el hechizo? ¿Cómo coño se come eso? ¿No erais vosotros de la calaña de Mithrael?
-Sí y no. Yo utilizo magia y por eso no percibo el camuflaje, aunque sí el hechizo, pero…
-Yo no soy mago, nunca lo he sido. Sin embargo, siempre que he estado en mi forma de lobo he podido notar los hechizos, aunque no ver a través de ellos. Sé que la imagen que veo de ti no es la real, simplemente.
-Ostias…
-Como sea, ¿lo has comprobado ya?
-¿El qué?
-Si funciona el hechizo. Si engaña a los no-magos.
Roalk se había detenido desde el momento en que había oído el nombre de Alem. Ahora todos estaban sentados (Yoiko echado), tranquilamente bajo los árboles. Era inevitable pensar que, bajo esas circunstancias, pronto pasaría algo que rompería la calma.
-Ah, sí. Pasé un par de días en casa de una puta, antes de venir aquí. Fue divertida. La estúpida casi se había enamorado de mí.
-Eso es cruel, burlarte de sus sentimientos –comentó Roalk.- ¿Qué pasó al final?
-La gilipollas intentó echarme a su hermano encima porque yo no seguía su jueguecito de tira y afloja. A mí no me gustan las estupideces, así que simplemente la mandé a la mierda.
-Qué vocabulario tan refinado…
-Tampoco es que el tuyo fuera mejor hace un tiempo, Yoiko.
-Como sea. ¿Cómo se llamaba la chica esa?
-Ryava, si mal no recuerdo.
-¿¡En serio!?
Igrin estuvo a punto de dejarse caer de espaldas por la impresión causada por el grito de la chica.
-¿Y qué con eso?
-¡Pues que Ryava debe estar destrozada! Ojalá pudiera hablar con ella ahora…
-¿Es que tú puedes ver fantasmas, como Mithrael?
-No, pero eso no tiene nada que ver. En cuento pueda iré al pueblo a verla a su casa y…
-¿Para qué? Si, en caso de que quede algo allí, será solo ceniza.
-¿De qué estás hablando?
-La muy imbécil se desmayó cuando vio a su hermano muerto y le prendió fuego a su casa.
Se hizo el silencio entre ellos y, como si encontrara una hebra de hilo, Yoiko pensó que ya había tardado en llegar la catástrofe.
-Mataste a Ryava…
-Técnicamente se suicidó por su propia torpeza.
-Mataste a su hermano y la dejaste morir a ella. ¿No es lo mismo?
-Si somos precisos hablando… no, no lo es.
-¿¡Y tú qué sabrás sobre nada de eso!? Tú… tú… ¡Monstruo! ¡Asesino! Más te vale irte del bosque esta noche a más tardar, ¡o te arrepentirás de haber venido y de todo lo que has hecho!
Roalk se marchó, dejando las cosas tiradas y a los dos semibestias en soledad. Yoiko giró con pereza la cabeza, para encontrarse con un Igrin que no parecía en lo más mínimo afectado por el asunto.
-La cagaste, cachorrito.
******************************************
One more to go!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
So...
Bienvenidos a Everlasting Sight, ESight para los amigos, el sitio donde antes había artículos y EUS.
Creo que la última vez que puse algo en este hemosho rant space del que nos proveyó Wallace fue hace...dos años? Que es como decir HOLY SHIT! DOS AÑOS DEJANDO ESIGHT MORIR! FFFFFFUUUUUUUUUUUUUUUUU!!!!!!!!!!!
*supera el colapso*
¿Será porque nos "mudamos" a FB? Ahora hacemos genialidades allí... Como alburear un intercambio pokémon. Pero no es suficiente.
¿Cuáles son los planes para ESight? ¿Terminará algún día EUS? ¿Seguirán las Wallaventuras en la universidad? ¿Mital conseguirá hacer algún artículo? ¿Nos grabaremos en video bailando Caramell Dansen? ¿Por qué el pollo cruzó la carretera? ¿Qué es 42? ¿Encontraremos al tío de atrás? ¿Hablaremos vía Banana Phone? Todo esto y mucho más... quizá algún día lo sepamos. Mientras tanto, tengan paciencia y...
¡Eh! ¡Que os jodan! ¡Skull es el único ser bello y digno que visita mi blog!
Que os coma el cerebro un gnomo zombie a todos. ¡HUM!
MR
1 comentarios:
. . . . . . . .
Tenía que haberle pegado. Fuerte. Muy muy fuerte. O mejor, haberle chambuscado las orejas por ser un ***** h*****.
Aaaaaaaaagh. Con lo bien que íbamos me tuvo que recordar a Ryava, pues hala, por listo ahora te has quedado sin ayuda. Te *****.
Por lo demás, el capítulo muy bien, vaya una sucesión de diálogos...Jaja. Obviando lo mal que me cae Igrin, ya sabes que me encanta ^^.
Sigue prontoooo.
Besos.
Publicar un comentario