Mientras encadenamos suelas sobre esta triste yerba,
Y nuestras almas anhelan elevarse al espacio,
Con la libertad y gracia de algun Dios lejano,
Lo mortal e inmortal se toman la mano,
Mientras en armonia musical nos bosqueja el camino
Un adepto leal que vocifera a lo alto:
"Mantengan la musica y el ritmo divino!
Que la pasion se deslize y se lanze en gran salto!"

Y el viento suave en el calido sol nos
levanta en gran vuelo a derivar en la brisa,
entre altocumulos y torbellinos suaves,
Que envuelven la mente y calman mis manos.
Y me he dado cuenta que desde esta altura,
El amor cambia lo que entiende la vista,
Y el mundo de abajo se queda en obscuras,
Ahora que la luna se esconde en mis brazos.