Pateó otra cosa, causando otro estrépito. Ya no sabía qué era.

-Como un animal enjaulado.

-¿¡Podrías decirle que deje de destrozar la casa en lugar de quedarte ahí sentado!?

-No me escucha. ¿No lo ves?

-Entonces ve a vigilar a los niños, que yo voy a...

Igrin se abalanzó sobre Mialc, volcándolo de su silla, las garras listas para rasgar su garganta. El rubio se apoyó en una mano para amortiguar la caída, mientras con los pies lo mantenía a ralla. Al final fue su puñal el que terminó amenazando el pescuezo del semibestia, a la par que con las rodillas le inmovilizaba los brazos.

-Lo siento, gato, pero en esto soy tan... No, soy mejor que tú. No he estado tres años muerto.

-Y yo no he estado perdiendo el tiempo follándome a mi novia.

Igrin comenzó a transformarse. El cambio de peso y fuerza desequilibró a Mialc, momento que el tuerto aprovechó para zafarse y hacerse con el puñal, que usó sin demora contra su rival. Mialc logró evitar el golpe fatal, y el puñal sólo se clavó en su hombro. Aún así, gritó de dolor.

-¡Agh!

-¡Quita de ahí, bestia!

La patada de Menalc, débil pero inesperada, fue efectiva.

-No entiendo por qué no sirve mi magia...

-Puta gilipollas...

Igrin se arrancó el parche. Su ojo verde brillaba. El falso azul, también.

-Dioses... Roalk activó Angren...

Mialc taponó la herida con el puñal, aún clavado. Menalc se agachó a su lado para intentar curarlo.

-¡No puedo! ¡No funciona!

-Niña, vas a despertar a los críos.

-Mialc...

-Aparta.

-¡No...!

Igrin empujó a Menalc y ocupó su sitio. De un tirón arrancó el puñal. Lamió la sangre.

-Sabes a mierda, general.

-Gracias. ¿Has comido mucha últimamente, hermano?

-No tanta como tú cuando le lames ese bonito culo a tu putilla.

Menalc enrojeció oyendo la conversación casual de los dos hombres.

-Sí que es bonito; sí.

Igrin desgarró la tela cortada.

-No está tan mal como parece.

Con un suave cántico, una luz pálida salió de sus manos, impuestas sobre la herida, y ésta comenzó a cerrarse.

-Lo estás curando...

-No puedo matar a mi propio hermano.

-¿Y Athinius?

-Llevará un par de meses muerto, no sé. Lo maté a fines del invierno.

-Estará con su diosa.

Los dos hombres se echaron a reír.

-¿Así que sigo siendo tu hermano?

-No por mucho tiempo, bastardo.

-Igrin...

-Mialc.

El semibestia se levantó, henchido de dignidad y orgullo, y salió.

-Mialc.

-¿Qué?

-¿Por qué?

-Por quince años, niña. Quince años. Nunca olvides que, en el fondo, soy un traidor.

Mialc se levantó y salió también.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

-Bonita vista, ¿verdad?

-Sólo veo la mitad.

-¿En serio? –Asintió.- Entiendo.

Permanecieron en silencio, apoyados en la barandilla del porche, observando la noche.

-¿Cómo puedes ser tan hipócrita?

-¿Qué?

-“Hermano”.

-Nunca dejé de verte como tal.

-¿Ni al matarme?

-Era tú o nosotros.

-¿Y cuando te tiraste a Nedda?

Mialc no respondió.

-No sólo te la tiraste, sino que la dejaste preñada. ¿Y quién tuvo que hacerse cargo?

-Ella lo pidió.

-Él nunca me lo perdonó.

Silencio.

-Al menos es una niña bonita.

-Y se lleva muy bien con tu hijo.

-¿Mi hijo?

-Generalmente les ponía el nombre en honor a sus madres, pero él era tan parecido a ti...

-Se llama Igrin.

-Y su hija se llama Nedda. Pero antes de darme cuenta, cuando empecé a vivir con ellos, ya les había dado vuestros apodos.

-¿Y cómo se llama el hijo de tu novia?

-Aún no hemos tenido, pero se intenta. Se llamará Mialc.

-Como tú.

-Como yo.

-¿Cómo se llamaba ella?

-¿Quién?

-La madre de... mi hijo.

-Mirna.

-Puta suerte.

-Por cierto.

-¿Qué?

-Aún tienes... la cicatriz.

-Qué bien. Así no te olvidaré nunca, hermano.

-Le diré a la mujer que te prepare una cama.

Mialc volvió al interior de la casa.

Apoyado en la barandilla del porche, Igrin lloró.

4 comentarios:

Mary dijo...

¡¡Bien!! ¡¡¡Volvemos a las conversaciones de un capítulo entero!!! Jo, que cortito se me ha hecho :(

Bueno, en general, me gusta, aunque me esperaba una reacción más...Igrin directo a la yugular, pelea encarnizada con mucha sangre y Menalc revoloteando alrededor en plan "quietos, quietos!! ¿Qué ejemplo estáis dando a los niños?".

Y...¿Mirna? ¿Mirna la del relato aquel? ¿Otra Mirna? (Lo siento, tengo un cacao mental, ¿la Mirna de esta historia no muere muy muy muy al principio?).

Y...¿llora? ¿LLORA? ¿Con lagrimitas de verdad? Eso tiene qeu ser broma. No es posible que Mialc e Irgin tengan una conversación tan...tan...tan sin muertes o-o En fin, me ha sorprendido sí...y me gusta :)

Sigue pronto!

Phoenix dijo...

"-Lo siento, gato, pero en esto soy tan... No, soy mejor que tú. No he estado tres años muerto."

Ja. Qué sobrado. Me encanta. Aunque la respuesta de Igrin también es genial.

"-Sabes a mierda, general.

-Gracias. ¿Has comido mucha últimamente, hermano?

-No tanta como tú cuando le lames ese bonito culo a tu putilla."

LOL

"-No puedo matar a mi propio hermano.

-¿Y Athinius?

-Llevará un par de meses muerto, no sé. Lo maté a fines del invierno."

LOL. Y tierno al mismo tiempo.

No sé explicar muy bien la sensación que me produce el capítulo. Es una mezcla de nostalgia, tristeza, y... curiosamente, cariño. En todo caso... es lindo.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...

De dónde sacaste a Athinius?